La siguiente entrega de esta famosísima saga está muy cerca. El próximo 17 de noviembre, Assassin’s Creed: Valhalla estará disponible para jugar en PC, Xbox One, PlayStation 4 y Stadia, además de ser el primer título de Ubisoft para la siguiente generación de consolas, Xbox Series X y la PlayStation 5.
A lo largo de los años, esta saga ha ido cambiando mucho. Las primeras entregas fueron muy exitosas y son las favoritas de los fans. Pero de Assassin’s Creed: Origins para acá, la saga sufrió cambios gigantescos que alteraron la jugabilidad y la sensación de los juegos, hasta el punto de sentirse diferentes a lo que un Assassin’s Creed debería de ser.
Aquí les traemos 5 cosas que, como fans veteranos de la saga, esperamos que Ubisoft haya cambiado para su siguiente entrega, Assassin’s Creed: Valhalla.
5. Menos historia ambientada en el presente
(Alerta de spoilers, desde Assassin’s Creed 1 hasta el 3).
La historia principal de los Assassin’s Creed gira en torno a la pelea milenaria entre los Templarios y los Asesinos. Con base en esto, se fue desarrollando la historia, y se le agregó un objetivo principal: salvar al mundo antes de la catástrofe del 21 de diciembre de 2012 mientras peleas contra los Templarios. El protagonista, Desmond Miles, junto con su equipo, logran detener el fin del mundo y así, concluir la historia principal.
…pero no se detuvo ahí. Siguieron saliendo juegos, año tras año, continuando ahora únicamente la trama de la guerra entre Templarios y Asesinos. Con Assassin’s Creed IV y Rogue, metieron incluso a “protagonistas” sin rostro, voz ni apariencia física, como dando a entender que el mismo jugador es el protagonista. Pero necesitamos de un personaje con el cual identificarnos y empatizar.
Se dieron cuenta de esto y metieron a Layla Hassan a la historia. No le llega a los talones a Desmond, ni siquiera parece desarrollarse como personaje y no te identificas con ella, pero pues es mejor tener protagonista a no tener uno en lo absoluto.
Habiendo dicho esto, la historia en el presente ya no es tan relevante como lo fue en las primeras entregas, por no tener una buena trama ni personajes relevantes. Quizá lo mejor sea que la historia del presente sea expuesta en forma de cinemáticas o como pequeñas tareas, algo así como lo que vimos en Assassin’s Creed: Syndicate.
4. Que vuelva el sigilo
Si algo caracterizaba a las primeras entregas y que el jugador disfrutaba mucho, eran las misiones de sigilo. Esconderse, buscar la manera de atravesar un patio lleno de enemigos sin que te detecten, asesinar al objetivo y escapar, por dar un ejemplo. Pero ya no son así. El sigilo, en algunas misiones era obligatorio, pero ahora solo es opcional. Y en algunos casos, incluso imposible.
Ahora hasta parecería que los desarrolladores de estos juegos están en contra del sigilo y quieren que pelees, porque entre más relajo haya dentro del juego, mejor debe de ser, ¿no? Pues no.
3. Menos misiones repetitivas
Algo muy bueno acerca de las últimas dos entregas de la saga, Origins y Odyssey, es que le aportan muchísimas horas de entretenimiento al jugador. Los mundos son enormes y la cantidad de misiones es muy grande. ¿El problema? Muchas de estas misiones son muy similares.
Sabrás a lo que me refiero. ¿Cuántas misiones hay en las que tienes que llegar a un campamento, fortaleza o puesto enemigo, robar algún artículo o salvar a algún personaje, y salir de ahí? ¿O asesinar a un objetivo dentro de ese lugar? ¿Y de ir a un lugar en específico, encontrar un objeto (sin siquiera tener que pelear, solo está ahí) y llevarlo a quien te lo pidió?
Exacto, básicamente ese es todo el juego. Con alguna misión de batalla naval por aquí y otra de armar un puzzle por allá, les acabo de dar toda la receta para un Assassin’s Creed reciente.
2. Que quiten los niveles, ¡por favor!
Los niveles podrían parecer una buena idea, haciendo así que el jugador no vaya a cierta parte del mapa y que se prepare lo suficiente antes de ir, además de que sea importante para cierta parte de la historia y que no puedas acceder a ella sino hasta que la avances lo suficiente, pero no funciona muy bien en estos juegos. Se siente muy restrictivo para jugar la historia principal.
Si en algo fue muy criticado Odyssey, fue que los jugadores querían continuar con la campaña pero no podían porque la siguiente misión principal requería subir varios niveles antes de poder avanzar. Porque pues ya sabes, si eres nivel 15 y te metes a una misión de nivel 20, te matan con solo mirarte.
Esto obligaba a los jugadores a tener que hacer misiones secundarias, despejar bases enemigas y buscar contratos antes de poder continuar con la historia. No tiene mucho de malo, pero ¿por qué obligar a la gente a jugar misiones que son opcionales y que no quieren jugar? ¿O que sí quieren, pero prefieren jugar la campaña primero? Además, muchas de esas actividades secundarias son largas y puedes estar horas tratando de subir de nivel. Ojalá, al menos, bajen el requerimiento de niveles.
1. Que ya no haya adrenalina ni enemigos imposibles de evitar
La adrenalina le hizo mucho daño a esta saga. Gracias a ella, ya no se pueden realizar asesinatos directos, a menos que el individuo al que intentes asesinar sea algunos niveles menor a ti, o que utilices de tu adrenalina para hacerlo.
Antes, no importaba cuál, podías asesinar a cualquier enemigo siempre y cuando llegaras sigilosamente a donde estaba. Ahora esto ya no es posible. Es muy difícil poder asesinar incluso a enemigos no tan fuertes. Esto está fuertemente ligado con uno de los puntos anteriores, el del sigilo.
Pero además de eso, la adrenalina fomenta la presencia de habilidades ridículas. Si algo caracterizaba a las entregas originales, es que Assassin’s Creed tiene una temática realista.
Sí, hablan de una antigua civilización que vivió en la Tierra hace mucho tiempo y de sus restos por todo el globo, y de una tecnología muy avanzada para los años 2012 – 2018. Pero la jugabilidad en el contexto histórico es realista. Las peleas, las armas, los eventos históricos, la trama… todo es realista. Pero en las últimas entregas, nos hacen pelear contra antiguas deidades egipcias y monstruos mitológicos utilizando muchas habilidades que le quitan esa temática a la saga y hace que se parezca a God of War.
No, amigo de PlayStation, no estoy hablando mal de God of War. Es un buen juego y tiene una muy buena historia, y funciona tan bien porque su temática es de fantasía. Tu personaje es un asesino de dioses y tiene sentido que tenga habilidades sobrehumanas, mágicas. Pero ese no es el caso de los Assassin’s Creed. Se supone que deberían ser diferentes, tener su propia identidad. Pero al parecer, ya no la tienen.
Y no me malintepreten. Estos juegos son muy divertidos y ofrecen horas y horas de diversión. Las historias ambientadas en el pasado son interesantes, pero los juegos en sí ya no se sienten como Assassin’s Creed. Funcionarían muy bien si fueran juegos independientes, o parte de otra saga. Solamente no se sienten como si fueran de esta.
Si quieres ver un análisis más detallado acerca de cómo Assassin’s Creed ha ido perdiendo su identidad como saga, te puede interesar este artículo. Para más notas acerca de videojuegos, puedes checar nuestra sección de la página. No olvides checar nuestro canal de YouTube y recuerda que ser cool, #EsDeGamers.
2 comentarios sobre «5 cosas que ojalá Ubisoft cambie para Assassin’s Creed: Valhalla»
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