Iba a iniciar este texto con una cita. Algo que nos diera una pauta para poder iniciar este tren de pensamiento que nos llevaría a estar de acuerdo. Sin embargo, me doy cuenta que me es moralmente irresponsable como escritor, querer forzar ese acuerdo. Aunque la esencia de todo escrito sea convencer al lector de lo que uno alega, me parece que esta pieza, The Last of Us, exige lo contrario. Demanda cuestionamiento y necesidad de muchas palabras, por eso mismo, los invito a discutir desde este momento.
Si lo que buscas es nuestra reseña de The Last of Us Part II sin spoilers, puedes encontrarla aquí.
En este artículo hablaré como si ya hubieras terminado el juego, para evitar explicaciones que hagan aún más larga la nota. Bienvenido al Wasteland, el territorio de spoilers donde todo aquello que se dice puede ser completamente debatido. Antes que nada, esta es enteramente nuestra opinión y el arte es subjetivo, todas las opiniones son válidas, incluso si no estamos de acuerdo.
¿Comenzamos?
The Last of Us Part II es plenamente devastador, al igual que su primera entrega, pero esta vez, el amor no es el objetivo, pues el odio que surge por separarnos de las relaciones amorosas son las motivaciones que dominan a los personajes. El perdón es un atisbo de seguridad y crecimiento que parece muy lejos e inalcanzable para ambas protagonistas, por lo que el camino de la violencia les parece la única respuesta.
Abby y Ellie no representan a ninguna clase de heroínas o villanas, más bien prisioneras de las memorias que les han arrebatado. Reiterando, la historia trata acerca de la venganza, pero es una historia acerca del perdón y el olvido siendo la única solución para los ciclos infinitos en los que viven. Llevando a uno de los mejores finales en la historia de los videojuegos, pero eso es más adelante. Primero hay que hablar de los personajes.
Ellie ha dejado de ser la pequeña niña que conocimos en el primer juego, 4 años después ha pasado por la adolescencia y ahora está apunto de enfrentarse con la adultez. Después de la muerte de Joel, que hablaremos en un momento, Ellie se encuentra en un viaje de destrucción y venganza en contra de Abby, la asesina del susodicho. Uno de los elementos más pesados del juego y el cuál creemos que puede hacer de la experiencia una muy pesada, es que las acciones de ella durante el juego son similares a las de un villano. Ellie no es la heroína, es brutal, decidida y completamente despiadada.
Nos vemos forzados a convertirnos en los villanos, a torturar a un humano que suplica por su vida a pesar de que sabe que va a morir, a asesinar a un perro que solo intenta defender a su dueña y luego matar a esa misma dueña embarazada de un bebé. Siendo Ellie… somos los villanos y el juego se toma muy enserio ese mensaje. Al punto en que lo vuelve ridículo por momentos. Entendemos, somos malos por matar perros y gente con nombres, no tienes que restregarlo en la cara cada que puedes, Naughty Dog.
Siempre hay dos versiones de la misma historia
En el otro lado del espectro está Abby, la asesina de Joel y quién nos enteraremos, tal vez muy tarde, es la hija del cirujano que Joel mató para salvar a Ellie. Un hombre bueno, en todo el aspecto de la palabra. Al ser despojada de su padre, la misión de venganza contra Joel se vuelve la única cosa que mantiene viva a Abby, separándola incluso de Owen, el hombre que ha amado toda su vida y llevándola hasta los extremos. Ahora, habiendo logrado su misión, Abby no está segura de que sigue y todo esto la ha llevado a un conflicto enorme al cuál no pertenece.
Abby termina por ser igual de humana que Ellie, reiniciando el ciclo que Joel inició cuando mató a su padre. Abby nos parece el mejor nuevo personaje de esta trama, teniendo un desarrollo concreto y sin ningún hoyo argumental. Sus motivaciones siempre son comprensibles, iniciando por ser meramente instintivas y luego llevando un proceso de reflexión. Abby rompe y luego trata de reparar. Esto no refiere a que sea la heroína, pues también es la mejor asesina de los lobos y es partícipe en un amorío con Owen, el padre del bebé de su mejor amiga.
Tanto Ellie como Abby tienen historias paralelas a la de Joel y Ellie en el primer juego. Ellie con Dina y su futuro bebé, J.J, y Abby con Lev, el nuevo hermanito Serafita que se consiguió. Ambas historias están bien desarrolladas y demandan atención, un elemento puede hacer que te pierdas por completo de las motivaciones de los personajes y aplaudimos por cinemáticas que no se regodean en lo reiterativo. No obstante, las historias parecen estar completamente separadas una de otra, ocurren en la misma ciudad, donde un personaje caza al otro y solo se encuentran al final. Por momentos se rozan, pero los conflictos causados por la pronta aparición de un personaje en la historia del otro hubieran dado para una historia más emocionante.
¿Qué es lo malo de comerse un reloj?
Esto nos lleva a hablar del ritmo, que es probablemente el mayor error del juego. ¿Quién les dijo que tener 8 flashbacks era una buena idea? Podemos estar en un momento increíblemente intenso, donde lo que necesitamos es a nuestros personajes estando solos o conversando, pero obtenemos siempre las memorias de Ellie o Abby. Aunque mi colaborador de la reseña piensa que, si estos hubiesen sido más cortos, probablemente habría tenido mejor ritmo. Mi opinión es que todo habría sido más disfrutable si fuera en orden cronológico, eliminando el misterio de los personajes, pero desarrollándose constantemente. Evitando la necesidad del shock, que realmente no hubo mucho, pues todo puede ser inferido desde el inicio, y aumentando la relación directa entre la historia de Ellie y Abby.
Entonces, es momento de hablar de las controversias y aquí hablo a título personal, como redactor de esta nota. Es momento de dejar atrás “la inclusión forzada”, porque esto es una vil mentira. Es importante comenzar a aceptar narrativas de diferentes etnias, gustos y géneros. El mundo es diverso y también deberían de serlo nuestras historias. Pero esta nota no se trata de esto, así que pasaremos a lo siguiente.
Lo haría todo, otra vez
Yo sí sufrí la muerte de Joel, fue muy violenta, a un extremo doloroso de violencia. La imposibilidad de huir de ella y la impotencia de Ellie que tirada en el suelo tiene que presenciar mientras matan a la única figura paterna que sabemos que ha tenido, tuvo la capacidad de destruirme. Muchos han considerado de esta una muerte humillante, pero… no lo fue. Joel no necesitaba un viaje redentor, porque para eso fue el primer juego, y al final eligió su egoísmo.
Debo de hacer un pequeño paréntesis, si consideras a Joel el héroe de la historia original, probablemente no estés de acuerdo con este escrito, pero genuinamente no entiendo como lees las historias.
Es cierto que nos quedamos con ganas de jugar con un Joel cuatro años más viejo, pero creemos absolutamente necesaria la decisión de matarlo para despegar la trama de este juego. Sin embargo, creemos que su ejecución viene con algunos problemas.
Para el momento en que Joel muere, no conocemos una verdad, una que cambia por completo la historia e hizo que me despegara por completo de Ellie. Ella ya sabe acerca de las luciérnagas, ya sabe de la masacre, de su necesaria muerte y de todo lo que Joel hizo, lo odia por ello. ¿Por qué querría vengarlo? ¿Qué significa el viaje entero, si no es solo una decisión egomaniaca? Aún recuerdo el momento en que odiaba estar con Ellie, fue cuando dejó a Dina, cuando de una forma egoísta decidió continuar con la pela que había perdido, porque eso era todo lo que me hacía pensar que la apegaba a ello. Recuerdo pausar el juego y dejar de entender a Ellie… me separé.
No creo que pueda perdonarte por eso…
En esos momentos prefería haber estado con Abby y Lev en Santa Bárbara, los nuevos hermanos descubriendo quienes son después de todo el caos. No con la villana que estaba a punto de detener esa paz. No era capaz de comprender por qué los desarrolladores estaban apoyando a este monstruo, más allá de era la niña que originalmente todos habíamos querido. Luego, cuando Ellie puso el cuchillo en el cuello de un desmayado Lev, obligando a la desnutrida y destruida Abby a pelear, yo no podía soportarlo, estaba enojado. “¿Por qué debo dejarla ganar?” recuerdo haber explícitamente gritado a la televisión.
Luego Ellie perdona a Abby, viendo a Joel. ¿Por qué? Nada tenía sentido en ese momento… hasta que pasó esa escena. La escena que me hizo pensar que todo esto hubiera sido mil veces mejor de forma cronológica. Ellie me recupero, no por completo, pero en gran cantidad.
Como dije antes The Last of Us Part II no es una historia simplemente de venganza, es una de perdón. El momento que Ellie recordó de Joel es uno de mucha fuerza. Después de dos años de tener una relación tumultuosa, existe una conversación que explica todas las motivaciones de Ellie y su venganza. Una noche de antes de la muerte de Joel, ambos se encuentran de nuevo.
… pero lo quiero intentar
Los deseos de Ellie se quedaron en ese hospital de las luciérnagas, atascados, dejándola sin significado. Si ella no existe para salvar al mundo ¿ahora de qué sirve? Me recordé a mi mismo, tras tantos años de pensar que carecía de sentido en este mundo, de pensar que no merecía ser feliz simplemente por no poder ser lo que todos me pedían y esperaban. Pero Joel piensa lo contrario, y es eso lo que le da a Ellie la pauta para todo su viaje. Ella no solo está vengando la muerte de su padre, también está enojada porque le quitaron la posibilidad del perdón. Él cree que Ellie merece algo distinto, a diferencia de lo que le pasó a su hija, Ellie merece crecer, amar y disfrutar su vida.
Es por eso que Ellie se detiene de matar a Abby, porque ahora está allí, en el pináculo de su odio propio y recuerda a un Joel, que por más imperfecto y erróneo, no quería esto para ella. El circulo de violencia se rompe. Haber matado a Abby haría de Lev lo que fueron ambas. Pero ahora, Ellie está sola, separada incluso de guitarra por haber perdido dos dedos,el último recuerdo no violento que tenía de su padre adoptivo
Al final, The Last of Us Part II me dejó destruido, pensando, llorando y con todas las emociones que una buena historia debe de cargar. Diría Jonah Hill, actor y director de la aclamada (y personalmente favorita) Mid 90s, “Nadie escapa de la pi%#e batalla de ser persona”. Usualmente nunca vemos el otro lado de la moneda, y me alegra que videojuegos como este, lo estén intentando. Probablemente estamos muy lejos de historias perfectas, pero aplaudamos los riesgos que está tomando esta bella industria y abramonos a la empatía con nuevos tipos de personajes.
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