Resident Evil o sobre cómo forzar cosas

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Si, lo confieso. Yo fui de esas personas que, conforme pasaban las películas de Resident Evil, fui odiándolas más y más.

Odiaba cómo las películas iban siendo más de acción que del terror de los videojuegos, aprovechándose de la imagen de la franquicia para que Milla Jovovich pudiese dar su milésima patada voladora.

Luego llegó el reboot llamado “Welcome to Racoon City”, y parecía un mal cosplay film. Olvidable como mucho, una versión más acercada a los videojuegos pero que pierde de vista una narrativa. Un opuesto tan opuesto, que se encuentra con su predecesora.

Y luego llegó esta maldita serie.

El zeitgeist es el verdadero virus (pt. 1)

Estrenada el 14 de julio, y producida por Netflix, Resident Evil nos cuenta de manera muy exclusiva la historia de Jade Wesker (Ella Balinska) hija de Albert Wesker, quien intenta sobrevivir en un mundo con 6 mil millones de personas y animales infectados con el virus T.

Y ya.

Básicamente esa es la historia. ¿Cómo algo tan simple puedes estirarlo en ocho episodios de una hora cada uno? Con flashbacks que ocupan medio episodio y un ritmo narrativo confuso y ridículo. Esto es una sorpresa mayúscula sabiendo que el proyecto está liderado, producido y escrito por Andrew Dabb, quien fue guionista de Supernatural.

Y aún así la narrativa parece hecha por amateurs, cono demasiadas inconsistencias. En ocasiones pareciera que la historia está bien cohesionada y en momentos se nos martillea una maldita vez más con discursos de corrección política.

Estoy fregadamente harto de que el entretenimiento deje de ser tal y se convierta en una evangelización. Quiero entretenerme, no ser sermoneado.

Y es que todo está metido con calzador. El aspecto racial, el hecho de que Billie Wesker es un personaje LITERALMENTE basado en Billie Eillish y que su único rasgo de personalidad es que sea vegana y tenga un antecedente psicópata; el hecho de pintar a los blancos como adictos al yoga, que Evelyn Marcus tenga esposa solo para decir “hey somos bien progres, miren, metimos una pareja lesbiana”, cuando ni siquiera es algo importante en la trama y ni siquiera existe química entre estas dos mujeres. Todo es tan forzado.

Por mí hagan un personaje de cada sabor, no es el problema. El problema es la falta de significado real. Solo es poner características como token para aplacar a las minorías en internet.

El zeitgeist es el verdadero virus (pt. 2)

Si tan solo ese “esfuerzo” lo hicieran en que la maldita historia fuera coherente. Por ejemplo, en un momento Jade es perseguida por varias decenas de soldados de Umbrella, logra escapar luego de TRES DEUS EX MACHINA, solo para conducir a una zona civil COMPLETAMENTE PROTEGIDA POR UMBRELLA, y ni siquiera tan lejos de su lugar original. Uno pensaría que evitaría a toda costa la empresa que la intenta capturar, y es más, siendo Umbrella la corporación tan poderosa que es, uno pensaría que sus soldados, todos, ubican a la chica al ser un objetivo de máxima prioridad. Y sin embargo uno la ve ahí, paseando entre malditos soldados de Umbrella.

La trama, entonces, se sacrifica en pos de un drama adolescente que ocupa la mitad del tiempo en pantalla, y que no podría importar menos. ¿La peor parte? ESA ES LA PARTE INTERESANTE. Las escenas de Jade adulta son soporíferas a morir.

Y aún así, aún dedicando la mitad de la trama en flashbacks, no tienen la decencia de contestar todas las preguntas que quedan al final de la temporada, con el barato pretexto de abrir camino a una segunda temporada, con un cliffhanger que ni siquiera tiene sentido.

Al menos hazlo creíble, chica

Las actuaciones son igual de malas, para todos lados. Lo mejor de la serie; no, lo único bueno de la condenada serie, es el inmenso Lance Reddick como Wesker.

Al principio estaba muy en contra del blackwashing que le estaban haciendo al personaje del juego original. Pero, al igual que como ocurrió con Samuel L. Jackson que demostró que el color de piel no es importante si se es un buen actor (quitándole la blancura de una década a Nick Fury sin un solo “pero” de mi parte), Reddick nos entrega un Wesker completo. Es un bastardo manipulador y cruel como en los juegos, pero también es un padre que intenta hacer lo correcto. Es el único personaje bien escrito en la serie y el único motivo que me hizo sentarme a intentar digerir el bodrio que es el resto de la misma.

Lance Reddick es demasiado bueno para esta serie, y merece un aumento por cargar sobre sus hombros este esperpento de producción.

Obviamente y si Wesker es lo único bueno en la serie, es porque el resto de las actuaciones están al nivel de la Rosa de Guadalupe.

No hay un solo rastro de química entre personajes incluso de la misma familia. Las emociones son tan falsas, tan manufacturadas y ensayadas que dejan boquiabierto.

Siena Agudong, que interpreta a una joven Billie Wesker, es decente pero sin ser buena, y aún así, si la pones a lado de Tamara Smart, (que transita su actuación entre tener la boca semiabierta y poner cara de aguantar flatulencias), Agudong se vuelve Katharine Hepburn.

Paola Nuñez ni qué decir. Actúa como si aún estuviera en Las Juanas o Amor en Custodia en lugar de entender que esto no es México, esto no es una telenovela, y tienes que seguirle el ritmo a un actor de la talla de Lance Riddick para evitar arruinar la escena con tu actuación rasposa. La mujer intenta tan duro resaltar que casi casi se pone a masticar el escenario. Y sí, eso incluye la extrañísima escena donde, en medio de una casi negociación de rehenes, se pone a bailar. Ni para meme, carajo.

Pedro de Tavira Egurrola, por otro lado, logra un nivel de actuación casi al nivel de sus pares estadounidenses. Tristemente su papel es más recurrente, ni siquiera secundario.

Más feo que un zombie

El CGI en esta serie es horrible. Horrible como una patada en cosas que no puedo expresar.

Cuando sale un gusano gigante del suelo, cuando un perro infectado muerde a la hermana, cuando sale una araña gigante, nada de lo que veo me parece ni ligeramente creíble.

Lo que es más, en los primeros capítulos intenta experimentar con paneos y tomas, pero fracasa enormemente en lograr cuadros memorables.

Sin embargo, muy de vez en cuando logra escenas como esta.

Resident evil serie
Una oleada de zombies

Consideraciones finales

Resident Evil no es una buena serie, en absoluto. Si bien no es un insulto a la franquicia, que de por sí es exagerada por sí misma, fracasa en contar una historia simple, adornando de manera prácticamente barroca algo que debería ser simple. Y para quien sabe, en el barroco el adorno lo es todo, iniciando por distracción.

Pero bueno, el rant ya duró mucho. Checa otras notas de cineseries y gaming. No olvides seguirnos en TwitterFacebook y YouTube.

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