Unforgiving: A Northern Hymn, ¿Vale la pena?

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Los vikingos (y, por añadidura, toda la cultura escandinava), se han puesto de moda. No necesito recordar el ejemplo obvio de Assassin’s Creed: Valhalla, cuya reseña puedes checar aquí. Ni hablar de la serie Vikings, que fue punta de lanza (casi literalmente) en este nuevo boom vikingo.

Esto se ha extendido a otras manifestaciones del arte, lejos del talante belicoso que está asociado a los escandinavos.

Un buen ejemplo es Midsommar (2019), dirigida por Ari Aster (Hereditary), cuya trama gira alrededor del horror asociado con el folklore sueco.

Algo similar tenemos en Unforgiving: A Northern Hymn.

I hjärtat av skogen

Desarrollado por la independiente sueca Angry Demon Studio, y lanzado en 2017, en este título encarnamos a Lynn, una chica que, debido a un malentendido sin trascendencia en el resto de la trama, termina varada en medio del bosque junto con su hermano Lukas.

Este bosque, sumido en la oscuridad más densa, está poblado de criaturas del imaginario escandinavo. Criaturas no precisamente amables, por cierto.

La premisa es simple y ad hoc de cualquier survival de horror: sobrevivir mientras se sale de ese bosque. Para este efecto, el personaje que manejamos se vale de las mecánicas básicas de cualquier juego: correr, caminar, agacharse, e interactuar.

Mecánicas simples con las que probablemente el más “sucio de los casuales” se encuentra familiarizado. Esto hace que el tutorial del juego sea completamente innecesario e innecesariamente largo.

Más aún, cuando el verdadero reto del juego radica en sus puzzles.

Estamos hablando de dinámicas que funcionan como checkpoints para avanzar entre capítulos. Lo extraño aquí es que el grado de dificultad no radica en los puzzles per se, sino en la limitada capacidad gráfica del juego, y en la casi omnipresente oscuridad. En más de una ocasión, el hecho de encontrar el ítem A que necesitaba para el puzzle B fue un factor más de suerte que de verdadera capacidad de observación.

De alguna manera, esto se compensa con la inexistente stamina del juego. Lynn puede correr indefinidamente, lo cual es útil para los segmentos del juego que involucran escapar de amenazas.

Es un juego que al principio fluye muy lineal, en cuanto el mismo entorno te indica para dónde avanzar, pero que en algunos puntos obliga a caminar en círculos.

Mörker runt

Gráficamente, y como cualquier juego hecho en Unreal con un equipo limitado, queda a deber. Los personajes parecen modelos render de cualquier beta.

Unforgiving: A Northern Hymn Carece también de texturas detalladas, aún considerando que el juego se corrió a la más alta resolución disponible. Reitero que este juego salió en 2017, por lo que, comparado con otros títulos, se siente poco pulido.

Quizá esta falencia se puede obviar, considerando que el juego es un título indie.

Las animaciones son igual de limitadas, hecho que se oculta con la pesada oscuridad reinante en el juego.

El entorno, a pesar de ser dominado por árboles, cambia conforme avanzamos por la historia, lo que nos da más pistas acerca del trasfondo de este título. En más de una ocasión, nos encontramos con una representación de la diosa Freya recibiendo el arpa dorada de manos de los enanos, o bestiarios paganos que nos explican, en pocas palabras, qué es aquello a lo que nos estamos enfrentando.

El futhark (o alfabeto rúnico), aunque sutil, nos acompaña a donde quiera que vayamos.

Fotsteg på ryggen

El trabajo de doblaje es donde este juego demuestra su calidad. Paulina Miszczuk hace un excelente trabajo de doblaje como Lynn, imprimiendo emoción y dramatismo a los momentos que, sin duda, lo ameritan. Lo mismo se puede decir de Anders Köhler, quien interpreta a Lukas.

Como nota al margen, Paulina Miszczuk es también guionista de este juego, así que no es actriz de doblaje profesional, al menos no hasta donde pude rastrear.

La música es bastante minimalista, con acento en instrumentos de cuerda estirando notas al punto de ser chirriantes, en una vena muy similar a Midsommar, de cuya música estuvo a cargo Bobby Krlic. Además, sabe en qué momentos realzar la tensión y el temor a sabernos acompañados en medio de la oscuridad del bosque.

De igual manera, los sonidos atmosféricos nos acompañan de una manera bastante incómoda, alimentando con una discordancia perturbadora nuestros a veces no tan solitarios pasos por el entorno.

En suma, Unforgiving: A Northern Hymn, es un juego de terror con potencial, que se ve aprovechado por su apartado sonoro, y que, de alguna manera, compensa las deficiencias gráficas.

Recomiendo jugar esto a oscuras y con headset, ya después me la mentarán.

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