Hace tres días, con los compañeros de la redacción, jugábamos unas partidas de fútbol en la PS4. A pesar de que los encuentros fueron geniales y vertiginosos, tres de nosotros comenzamos a hablar de los viejos estandartes. Recordamos los antiguos juegos de fútbol, aquellos con los que crecimos e hicimos amistad, los primeros que experimentamos.
¿Qué ha pasado con estos juegos? ¿Por qué ha cambiado tanto la industria? Hoy por hoy, casi todo juego de fútbol es un juego de fútbol online. Esto es positivo, aunque sería bueno que parte de la industria viera con buenos ojos lo que se hizo en el pasado y se retomaran ciertas cuestiones. En esta pequeña columna reflexionamos un poco al respecto.
¿Cómo era la industria en los primeros años?
El primer juego de fútbol se remonta al año 1978. El juego en cuestión se llamaba Cassette 24: Fussball y era para una consola alemana de nombre Interton VC 4000 (todo muy críptico y alemán). Este juego era bastante simple; únicamente una pantalla con los 22 puntos que representaban a los jugadores, los que tenías que mover con diferentes botones.
Más tarde los juegos de fútbol se extenderían al mercado del Arcade, con el título Atari Soccer, de 1980. Un juego rudimentario con tres jugadores que se movían al unísono.
El gran salto se dio en el año 1983 (hasta entonces ninguno de nosotros había nacido), pero el International Soccer para Commodore 64 fue una gran revolución. Este juego tenía jugadores con forma de jugadores, un campo de juego más estilizado, mejores físicas y hasta la posibilidad de jugar contra otro jugador.
Pero como suele suceder, Nintendo fue quien dio el gran batacazo en término de jugabilidad con su juego Soccer para Nes del año 1985.
Este juego ya tenía una mejor física y un mejor control, por lo que se convirtió en un éxito y hasta hoy se recuerda con especial cariño.
La última gran revolución de esa década llegó de la mano de Kick Off, de Anco, más precisamente en el año 1989. Fue el primer juego de fútbol en 16-bits y utilizaba una toma aérea que integraba una vista mucho más proporcional.
Los 90’s, la era de la evolución
Con la nueva generación de consolas, las posibilidades crecieron exponencialmente no sólo en términos gráficos, sino también en relación a la física, el control de los jugadores, a la interfaz y jugabilidad.
Nintendo World Cup de Technos fue la última aproximación al género de aquella generación. Luego vino FIFA International Soccer en el año 1993 y la cosa cambió para siempre.
Este fue el primero en incorporar una perspectiva isométrica a los juegos de fútbol, además de gráficos más detallados y coloridos y una interacción entre jugadores mucho más real. Además, llevar el nombre de FIFA significó darle un tono más serio y atractivo al juego.
Gracias a esto, este título se transformó en un éxito de ventas en las múltiples plataformas donde fue lanzado. Hasta el día de hoy, FIFA sigue siendo uno de los juegos más reconocidos cuando se habla de juegos de fútbol.
Pero luego vino International Superstar Soccer y el mundo gamer se arrodilló ante sus pies. Un juego vertiginoso que recordamos con especial cariño pues nos trajo horas y horas de diversión, de la mano de gráficos alucinantes y un control fenomenal que permitía equilibrar y medir las jugadas con diferentes niveles de potencia.
¡Qué juego más increíble! Es uno de los que recordamos con más cariño pues para muchos de nosotros este juego nos inició en el mundo de los juegos de fútbol.
Luego, PlayStation comenzó con los juegos con gráficos tridimensionales y mayor realismo, utilizando una estrategia de captura de movimiento fotográfico, focalizándose en la experiencia del jugador.
Dos de estos juegos fueron Actuar Soccer y Winning Eleven, los que gobernaron el género de los juegos de fútbol por aquellos años. Este último pasó a ser Pro Evolution Soccer o PES, el cual es, al día de hoy, una de las mayores franquicias de juegos de fútbol junto con FIFA.
¿Por qué los juegos de fútbol han cambiado tanto?
Una respuesta obvia sería que los gráficos han evolucionado y que la experiencia de juego es muy superior, así como los controles y la física. Además, la creación de los Esports ha ayudado a expandir aún más el registro.
Y todo lo anterior es cierto, en ningún momento lo ponemos en duda, pero más allá de la clara evolución tecnológica, los juegos, en general, tienen un alma, un no sé qué, el cual les da cuerpo y valor.
Los primeros juegos de fútbol tenían ese no sé qué. En realidad, gran parte de los primeros juegos de las primeras consolas tenían algo especial, algo que provenía de la poca calidad gráfica o de los recursos limitados que se tenían.
Al tener que concretar en tan poco espacio de memoria, en una paleta de colores reducida, en un campo gráfico mínimo de escasos píxeles, sale a relucir el talento verdadero. Este talento se pone en marcha con las herramientas que se tienen a la mano.
Y el diseño toma total preponderancia pues las decisiones tienen que ser óptimas, en todo sentido, desde la selección de los sprites hasta la creación de los volúmenes y la coloración de los mismos.
Hoy por hoy los juegos de fútbol han perdido mucho con respecto a esto, pues el apartado gráfico se los ha comido por completo. El talento solo radica en modelar los jugadores y en la física del encuentro, pero la acción es repetitiva, a veces bastante aburrida.
Además las franquicias más conocidas se remiten a copiar la estrategia de juegos anteriores, y muchos de los nuevos lanzamientos son copias casi idénticas de las antiguas versiones, por lo que no hay recambio importante.
Claro, hay nuevas opciones que se agregan al contenido, pero todo cambio es superficial. En gran medida, los juegos de fútbol actuales no tienen alma, solo se remiten a la mecánica, y eso aburre por montones.
Juegos antiguos como Megaman Soccer, Mario Strikers Charged y Disney Sports Soccer tienen una lógica interesante pues incorporan mecánicas únicas. En estos juegos el realismo no es lo fundamental, sino más bien el pasarlo bien con los amigos, riéndose un poco sobre las cuestiones imposibles y los resultados inesperados.
¿Y ahora qué tenemos?
Por suerte, la democratización de los medios ha llegado al mercado de los videojuegos. Decenas de pequeñas compañías han desarrollado juegos independientes de fútbol, los que ofrecen una alternativa a los colosos del mercado.
Juegos estilo manager o basados en otras mecánicas han venido a refrescar al ambiente. Además, los nuevos medios y la incorporación de cientos de juegos a los dispositivos portátiles, celulares y computadores, incrementa aún más la demanda.
Tarde o temprano, las grandes empresas se darán cuenta de que es necesario hacer cambios profundos que vayan más allá de los gráficos. Cambios estructurales que, de alguna u otra forma, vuelvan a los juegos a sus orígenes, donde el diseño y la interacción entre los videojugadores era lo más importante.
Redactor Invitado: Alberto Jose Araujo Nuñez.