La industria del cine en México suele tener una fama bastante mala, pero la realidad es que, de unos años para acá, la industria ha estado entregando grandes maravillas cinematográficas. En México se hacen muchísimas películas al año, pero solo algunas llegan a exhibirse en salas de cine. Por esto mismo, y debido a las celebraciones de la independencia de méxico, este 16 de septiembre, te traemos una lista de increíbles películas por ver.
Los insólitos peces gato (2014)
Claudia trabaja ofreciendo pruebas en un supermercado, pero, tras un caso de apendicitis, es llevada al hospital. Allí conoce a Marta, una mujer con VIH, su compañera de cuarto y madre de cuatro hijos, de la que se vuelve su amiga y niñera.
El primer largometraje de Claudia Sainte-Luce nos narra una historia sobre la amistad entre dos mujeres, la soledad y el concepto donde la familia va mucho más allá que solo la sangre. Hasta el día de hoy ocupa el lugar número 13 en la lista de 100 mejores películas mexicanas del portal Sector Cine.
Museo (2018)
En la navidad de 1985, dos hombres robaron 140 elementos del museo de antropología de México. Probablemente el museo más importante de toda la nación. Esta película es una réplica de su historia, prácticamente igual, pero espiritualmente inexacta.
En dos horas de angustia, rencores, chistes y arrepentimientos, Alonso Ruizpalacios nos da una película repleta de reflexiones sobre el valor de la historia y el arte. Mostrándonos que, muchas veces, no hay que arruinar una gran historia, por querer contar la verdad. Una joya del nuevo cine mexicano.
Las niñas bien (2019)
Sofía es una mujer que pertenece a la alta sociedad en 1982, una niña bien que ahora se enfrenta a una crisis económica que podría quitarle todo, un esposo que no es el que quería y una vida que parece no satisfacerla.
Alejandra Márquez Abella adapta el libro Las niñas bien de Guadalupe Loaeza y retrata a un pequeño nicho de la sociedad que se enfrenta a perder la identidad repleta de oro, pero se niega a abrir los ojos ante sus propias mentiras. Recientemente se estrenó en los cines de Japón, donde tuvo un éxito rotundo.
Tiempo compartido (2018)
Una familia se resigna a pasar unas vacaciones extrañas, después de que la villa que han rentado en un resort ha sido sobrevendida y tienen que, literalmente, compartir su tiempo con otra familia.
Sebastian Hoffman logra mantener un tono misterioso, terrorífico y gracioso que recuerdan a pesadillas provocadas por noches de enfermedad e infomerciales. Es muy cercana a una película de terror y a una comedia de vacaciones, exageradamente innovadora.
Sueño en otro idioma (2017)
El zikril es un idioma que está a punto de desaparecer, sólo quedan dos personas vivas que lo conocen. Martín, un lingüista dedicado a preservar idiomas decide cumplir su trabajo, sin embargo, los últimos dos hombres capaces de entenderlo, llevan años sin hablarse y han jurado jamás volver a hacerlo.
Ernesto Contreras utiliza toda su habilidad cinematográfica para entretejer una historia de amor y traición, con el realismo mágico que inunda todos los paisajes de la república mexicana y que tristemente, como nuestras tradiciones, se está perdiendo.
Güeros (2014)
Tomás es enviado a vivir con su hermano, “El Sombra”, tras cometer una travesura. En la enorme ciudad de México y a un lado de los amigos de su hermano, la búsqueda por Epigmenio Cruz, el rockero mexicano que hizo llorar a Bob Dylan, comienza.
Un viaje no solo por los distintos espacios de la ciudad, si no por su gente y las miles de vidas que se viven día a día, donde ser parte de los güeros puede ser un halago o un insulto. El primer largometraje de Alonso Ruizpalacios parece ser un retrato crítico y romántico de la ciudad, al mismo tiempo que una aventura en busca de convertirse en adulto.
La libertad del diablo (2017)
La violencia en México es retratada a través de testimonios de sus víctimas y victimarios. Todos como seres encapuchados que se muestran casi como iguales ante los motivos y consecuencias que generan y acarrean los actos violentos del siglo XXI.
Uno de los documentalistas más activos, y atrevidos, de México, es Everardo González. En este, su sexto largometraje, el cineasta explora las formas en que el narcotráfico y el crimen organizado, afecta a las vidas de los mexicanos, ofreciendo un retrato duro, crudo y honesto del clima social del país.
Tempestad (2016)
Dos mujeres envueltas en violencia e impunidad son seguidas por una cámara que captura su historia. Miriam, injustamente encarcelada por presunto tráfico de personas y Adela, una trabajadora de circo que busca a su hija desaparecida.
La directora Tatiana Huezo nos trae uno de los mejores documentales del cine mexicano. Entretejiendo la vida de dos mujeres con distintos destinos, pero conflictos creados por el mismo origen. La cinta ganó el Ariel a la mejor dirección, siendo la cineasta Tatiana Huezo, la primera mujer en ganarlo.
Vuelven (o Los tigres no tienen miedo) (2017)
Estrella es una de las tantas niñas y niños que han quedado huérfanos por la violencia que rodea al país. Tras volverse parte de una pandilla de niños y ser favorecida con tres deseos, la búsqueda por recuperar la infancia y la felicidad comenzará.
La directora y escritora, Issa López, sorprendió a todos con este filme, incluso a Stephen King y Guillermo del Toro, con quien ahora produce su siguiente película. Un filme mágico y terrorífico, del que no te contaré más, pues que vale toda la pena ver sin ningún spoiler.
La camarista (2018)
Eve trabaja como camarista en uno de los hoteles más lujosos de México, limpiando, día a día, las habitaciones del piso 21. Con la posibilidad de que las cosas mejoren, Eve se inscribe al programa de educación para adultos del hotel, soñando el día en que todo mejore
El primer largometraje de Lila Avilés nos da una muestra casi documental del día a día del servicio de limpieza de los hoteles. Una ventana que vislumbra lo deshumanizante que puede llegar a ser el trabajo y lo poco conscientes que podemos llegar a ser nosotros.
La 4a compañía (2016)
Zambrano, un joven recién apresado busca ingresar al equipo de fútbol americano, Los Perros de Santa Marta, sin embargo, el equipo también funge como la 4a compañía, un grupo de presos que controlan todo lo que ocurre dentro de la cárcel y son utilizados por el gobierno para devastar la ciudad.
Mitzi Vanessa Arreola y Amir Galván Cervera se unen como codirectores en este intenso vistazo a la corrupción y el fallido sistema penitenciario de México. Con una ardua investigación al penal dirigido por Arturo “El Negro” Durazo en el sexenio de López Portillo.
La Jaula de oro (2013)
Una pareja guatemalteca conoce a un adolescente tzotzil, con quien hacen amistad mientras se cuelan por todo el país utilizando trenes, todo por el sueño de obtener una vida mejor en Estados Unidos.
El primer largometraje de Diego Quemada-Díez es una de esas películas de crítica social que expanden más allá de la representación o el análisis superficial, al mismo tiempo que cuentan una historia emocionante y conmovedora. Una parte del cine mexicano que fue extremadamente reconocido internacionalmente.
Ayer maravilla fui (2017)
Un espíritu solitario en la Ciudad de México cambia constantemente de cuerpo, sin jamás saber a quién poseerá la próxima vez; pero, adopte el rostro o sexo que sea, siempre ama a la misma mujer, Luisa.
Se dice que el amor nace de la vista, pero ¿es posible que podamos enamorarnos de la esencia de un ser, sin importar cómo se vea? El segundo largometraje de Gabriel Mariño nos muestra al amor y la soledad desde muchos ojos. Bien diría Antoine de Saint-Exupéry, lo esencial, es invisible para los ojos.
Cómprame un revólver (2018)
Huck, una niña de ocho años que vive en un mundo narco-distópico. Dónde está obligada a usar una máscara para esconder su sexo, para que no la desaparezcan como a las demás mujeres. Al mismo tiempo, ayuda a su padre adicto a mantener un campo de béisbol abandonado.
Julio Hernández Cordón, director de películas como Te prometo Anarquía y Las Marimbas del Infierno nos muestra las debilidades de su lado paternal, sus miedos por el futuro del país donde viven sus propias hijas, actrices principales en el filme, y la fragilidad del padre que hace todo por protegerlas.
Alamar (2011)
Jorge es un joven adulto con raíces mayas, padre de Natan, hijo de madre italiana que planea llevarlo a su tierra. Padre e hijo emprenden un viaje épico hacia mar abierto, antes de su inevitable despedida.
Pedro Gónzalez-Rubio nos trae una historia que a pesar de ser ficción, raya en el documental, utilizando por actores lo que realmente fue una familia y la locación de Banco Chinchorro, la cual fauna y flora aparentan más un personaje que un espacio. Una pieza cinematográfica hermosa, imposible de describir, si no es con la vista.
¿Por qué ver cine mexicano?
Fue increíblemente difícil seleccionar estas películas, nótese porque, en lugar de ser unas cuantas pasaron a ser quince. Lo difícil no vino de encontrarlas, más bien de curarlas. De una lista enorme tuve que sacar muchas de mis películas preferidas, algunas de las cuales han permanecido en mi mente. Te invito que investigues a algunos de estos cineastas, veas su obra y camines por el hermoso museo del cine mexicano.
El cine mexicano no está lleno solo de comedias, hay muchas historias allá afuera que han cautivado a la crítica internacional, los festivales de cine o incluso las salas comerciales. Muchas historias tristes, divertidas, terroríficas, esperanzadoras, conmovedoras, crudas y miles de adjetivos más, que han logrado conectar con sus espectadores; en gran parte, que han logrado conectar con este servidor. La sorpresa es que las exhibidoras mexicanas suponen que este público no está listo o interesado en estas historias.
La única respuesta que puedo dar a ¿por qué ver cine mexicano? es la siguiente: Estas películas hablan de nosotros, el arte que consumimos habla acerca de quiénes somos. Permitamos que las historias que sí valen la pena, se cuenten.
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