Mediados de 1969. Estados Unidos logra poner astronautas en la superficie lunar. Los soviéticos, estando en la carrera espacial contra los EEUU, intentan llegar también, pero su cohete N1 no se comparaba con el Saturno V de la NASA. Así, después de unos años, se dio por terminada la carrera espacial con EEUU como ganador. Por ello, dejamos de ir allá arriba y el interés en el espacio poco a poco fue disminuyendo.
Pero ¿qué habría pasado si la historia hubiese sido diferente?
For All Makind está ambientada en una realidad alterna, desde el punto de vista de la NASA y sus empleados, en donde los soviéticos logran llegar a la Luna antes que los estadounidenses, lo cual genera una baja moral en todo el pueblo norteamericano. Buscando siempre ganarle a los soviéticos, los estadounidenses empujan cada vez más los límites de sus capacidades y expandir así su presencia en el espacio. Por dar un ejemplo: en la vida real, solo llegaron hasta el Apolo 17 en 1972. En For All Mankind, las misiones se extienden, al menos, hasta al Apolo 24.
Al haber ganado los soviéticos la carrera a la Luna, los norteamericanos se ven obligados a seguir peleando por lograr su supremacía en el espacio. Después de la llegada del primer cosmonauta soviético a la Luna, la NASA envía lo más rápido posible al Apolo 11 al satélite natural de la Tierra, misión que ocurre muy diferente a como sucedió en la vida real. Estos eventos desencadenan nuevos sucesos que hacen que la historia se vaya desligando cada vez más de lo que realmente ocurrió, mostrando una realidad alterna completamente diferente a la que se vivió en la década de los 60’s y 70’s.
El efecto dominó
De igual manera, los personajes principales tienen sus propios problemas tanto individuales como colectivos, y se ven inmersos en peleas desde ambos frentes. Desde pilotos norteamericanos lidiando con el shock mundial que fue el alunizaje soviético hasta inmigrantes ilegales buscando llegar a salvo al otro lado de la frontera, todo mundo tiene sus problemas. La frustración que existe y la tensión a la que los personajes se someten es real, tangible y lleva la trama a un ritmo constante que te mantiene interesada a la audiencia.
A lo largo de la única temporada que hay actualmente (una segunda temporada ya está en producción por Apple TV, aunque la pandemia atrasará un poco su salida), vemos cómo la rivalidad entre la NASA y el programa espacial de la Unión Soviética en el espacio va incrementando, e incluso, comienza a llegar a alturas hostiles.
Además, esta serie toca temas sociales de manera muy discreta y justificada. A diferencia de las producciones de Netflix que forzosamente quiere meter temas progresistas y te obligan a aceptarlo solo porque sí, For All Mankind habla acerca del feminismo, homosexualidad y racismo de forma justificada, mostrando que, independientemente de tu sexo, orientación sexual o raza a las que pertenezcas, eres capaz de lograr lo que quieras y de mostrarle a los demás que puedes llegar a ser una persona muy exitosa.
Hablando ya técnicamente, tiene unos efectos visuales muy buenos, una historia increíblemente inmersiva, cambios desencadenando eventos inesperados y una banda sonora interesante. Los productores de esta serie de verdad le echaron ganas a su trabajo.
Una conclusión espacial
Queda completamente recomendada. Seas o no muy fan de la exploración espacial, amarás esta serie. Y, aunque es científicamente correcta y toca temas como maniobras orbitales, órbitas de transferencia de Hohman e ingeniería espacial, no es complicada de entender.
Aquí les mantendremos informados acerca de las nuevas temporadas venideras de esta serie. De momento, solo queda esperar a que se termine esta pandemia para volver a la normalidad, y, entre muchas otras cosas más importantes, que las producciones de esta y otras series despeguen a su curso normal.
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