Yes, Your Grace (Beta)

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[vc_row][vc_column][review_summary rating_label=”Calificación” positive_heading=”Lo bueno” positives=”Historia atrapante
Árbol fluido de decisiones
Dinámicas diferentes para el género” negative_heading=”Lo malo” negatives=”Falta de riqueza en los menús
Nada novedoso en el apartado gráfico”][rating title=”Historia” value=”10″] [rating title=”Jugabilidad” value=”6.5″] [rating title=”Gráficos” value=”7″] [rating title=”Música” value=”7.5″][/review_summary][vc_column_text]Recientemente, recibí por correo la beta de un juego de estrategia llamado Yes, Your Grace. Un juego que lleva, hasta donde tengo entendido, en desarrollo desde 2014 por los estudios indie Brave at Night y No More Robots.

Se trata de un juego de “administración” donde tomas el rol del rey Erik de Davern, un reino bastante paupérrimo en recursos y ejército. El objetivo del juego, como se pueden imaginar, es tomar decisiones que eviten que el reino termine siendo Venezuela en la Edad Media a medida que avanza la historia, en decisiones que van desde el plano militar, el económico, el diplomático, hasta lo sentimental y familiar.

Primero, la jugabilidad. Es juego bastante sencillo, básicamente un point & click, así que no creo que sea necesario ser demasiado específicos. Eso sí, su menú de opciones es extremadamente parco. Me explico: No tiene opciones de audio y video, limitándose únicamente a las opciones de guardar y cargar juego, resumir partida y salir, lo cual es molesto en determinados momentos del juego, como la música. Otro punto flaco es que existen características que, aunque son introducidas al principio, se olvidan por completo de ellas hasta muy avanzado el juego; hablo concretamente del inventario, que es dejado completamente de lado en casi dos horas de juego.

En el apartado gráfico, es uno de esos juegos con estética de 16 bits, con personajes cuyos rasgos faciales son inexistentes. Por lo general, no tengo problema con este tipo de estética (disfruté mucho Celeste por lo mismo). Sin embargo, habría estado genial incorporar algún otro elemento que hiciera que el juego destacara y no se viera tan bidimensional.

La música, compuesta por Filipe Alves, es muy buena; con un toque de fantasía medieval que va muy bien con el juego. Desgraciadamente, después de pasar uno por la banda sonora de Kingdom Come: Deliverance, da la sensación de que la vara está muy alta en cuanto a juegos medievales se refiere. El problema no sería la música en sí, sino los intervalos tan largos en los que suena. Hay partes en el juego que transcurren en total silencio, así que cuando piensas que puedes poner tu soundtrack de Game of Thrones, la música del juego vuelve cuando menos te lo esperas. Y como no hay opción de disminuir o aumentar volumen de música o efectos de sonido, quedas constreñido a lo que escuchas en el juego.

El abanico de opciones es muy rico, y cada decisión tomada afecta casi inmediatamente el desarrollo de la trama. Increíblemente, las consecuencias fluyen de manera muy natural, tanto así que te hace pensar que estás siguiendo bien el juego. Además, es bastante refrescante experimentar que las decisiones van más allá de los asuntos meramente políticos: De cuando en cuando, te verás en la necesidad de arbitrar entre tus dos hijas adolescentes y sus problemas de actitud.

Estamos ante un juego que al mismo tiempo te explica qué tan mal gobernante puedes ser y qué tan mal padre puede ser. Ambas cosas son extremadamente difíciles, y me parece que este juego intenta darnos justo esa lección: No es lo mismo ser borracho a ser cantinero.

Este es un juego obligado para los que justan de otras joyas del género como Reigns, I Am President, e incluso Lisa. Y para los que no son fans, también confío que pasarán un muy buen rato jugando esta joya oculta.

Espero con ansias su lanzamiento definitivo en algún punto de 2020.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]