La dificultad es la pieza clave en los videojuegos que separa a un «casual» de un verdadero «ermitaño sabio de la montaña» que se sabe todos los usos del Redstone de Minecraft al derecho y al revés. Y para nadie es un secreto que esa pieza clave… se ha ido perdiendo lentamente.
El último y más reconocido desafío que un videojuego nos ofreció en estos últimos años fue Sekiro: Shadows Die Twice. De la mano de Fromsoftware en el 2019, fue el galardonado ganador del premio a juego del año en The Game Awards. Toda una obra maestra que representó de una forma espectacular la encarnación de un shinobi y que a su vez significó un nuevo reto para aquellos jugadores masoquistas que ya estaban deseosos por un desafío.
Sin embargo, muchos de aquellos veteranos que nacieron rodeados de juegos desafiantes, aseguraron que el juego «no es difícil». Sin la intención de no querer desprestigiar a este gran juego, su opinión directa creó una gran incertidumbre entre la comunidad: ¿Se está perdiendo la dificultad en los videojuegos?
¿Una realidad dura de afrontar?
El tiempo y la experiencia de juego, nos han enseñado a ser pacientes frente a aquellos juegos que verdaderamente representaron un desafío en su tiempo. No obstante, el crecimiento exponencial de la industria ha querido que las desarrolladoras comiencen a centrar sus ojos más hacia el dinero que a sus propios fans, en la mayoría de los casos.
Muchos jugadores experimentados han afirmado que la esencia de aquellos juegos dolorosos pero satisfactorios, humillantes pero justos y sobre todo amargos pero adictivos, se ha ido perdiendo lentamente. La evidencia se hace cada vez más notoria para la mayoría al considerar que muchos grandes de la industria planean ganar más, haciendo menos.
Dark Souls 1
Fromsoftware, se ha ganado su estandarte de oro entre las grandes desarrolladoras por ser uno de los pocos vestigios de la época dorada del gaming hardcore. La brutal dificultad de una de sus obras de culto, Demon’s Souls dio el nacimiento a toda una saga que posteriormente haría sentir a los más viejos con deseos de agarrar una espada y continuar luchando por horas frente a la pantalla, sólo para derrotar a uno de los muchos jefes finales que tendrían por delante; nos referimos claro a Dark Souls.
Y sin embargo, muchos de ellos, ansiosos por la llegada del cierre de esta gran saga, Dark Souls 3, no les significó una gran odisea como lo esperaban.
No lo voy a negar, el juego me encantó en cada aspecto. pero, no me pareció muy satisfactorio poder ganarle al primer y segundo jefe del juego al primer intento… sabiendo que se trata de un juego Souls.
Daniel Ricardo Gómez
La época dorada
Son pocas las joyas que verdaderamente aún siguen queriendo poner a prueba nuestro temple y paciencia. Pero la comunidad siente que cada vez disminuyen más su cantidad. Temen porque su razón de seguir enganchados a una verdadera vida gamer… desaparezca.
Es verdad que la dificultad de nuestros primeros juegos de la infancia radicaban no en el proyecto en sí, sino en las limitaciones técnicas de la época. Un buen Contra o un poco del brutal Ninja Gaiden para la vieja SNES gozaban de una arquitectura tosca que les daba ese toque de dificultad enganchante. Ahora los juegos son más visuales, más bonitos estéticamente y por dentro en la mayoría de los casos, están vacíos.
Déjanos tu opinión ¿Pérdida de interés o progresión en la industria?
De momento, eso ha sido todo por nuestra parte, no olvides echarte una pasada por nuestra mágica y extensa selección de artículos donde podrás estar al tanto de nuestros movimientos, justo aquí o goza un poco de este poderoso tema musical de Dark Souls justo aquí. A lo mejor te inspire a probar uno de los juegos de la saga. Y recuerda que, ser cool, #EsDeGamers.