Pathfinder: Wrath of the Righteous, un
juego basto

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En esta página he reseñado juegos que verdaderamente significan una experiencia nueva
para mi, y aunque ello conlleva investigar sobre entregas anteriores, ver tutoriales y jugar
bastante para entender sus mecánicas, siempre es bueno enfrentarse a cosas nuevas. Esta
vez tocó un juego de rol bastante único. Pathfinder es una alternativa muy popular al
famoso Dungeons n dragons, como una especie de primo cercano. La franquicia aún se
encuentra en esa delgada línea de “juego de culto”, pero eso no la hace menos interesante;
más bien, todo lo contrario. Veamos qué es lo que la entrega más reciente, Pathfinder:
Wrath of the Righteous, nos ofrece.

Historia

Sin recuerdos de tu vida anterior, te encuentras atrapado en medio de una lucha titánica
contra un enorme enemigo. El lord demonio Deskari, una langosta antropomórfica de gran
tamaño, está atormentando la tierra de Golarion. Dentro de ti sientes el despertar de un
poder mítico divino pero a la vez aterrador, que te da el coraje suficiente para ascender
rápidamente en las filas de los Cruzados. Más un colectivo suelto que una fuerza
organizada, los Cruzados se reúnen en tiempos como estos para restaurar la estabilidad de
la tierra donde los enemigos siembran el caos absoluto; pero tu ascenso a la autoridad está
lejos de ser una línea recta. Hay muchas opciones que se te presentan cuando decides la
mejor manera de abrirte camino en Golarion en tu búsqueda por restaurar la paz. Enserio
MUCHAS. Ya iremos a ello.

Video Reseña – EsDeGamers

La historia no puede calificarse de otra cosa que de épica, en todo el sentido “Tolkien” de la
palabra y pueda llevar más de 100 horas completarla. En tu búsqueda, te conviertes en un
instrumento para pegar las piezas de un mundo y una fuerza militar en un estado de
destrucción y ruina total. A lo largo del camino, deberás navegar no sólo por una vasta
tierra, sino también por las relaciones con poderosos personajes que albergan diferentes
visiones de lo que significa restaurar el mundo. Golarion es un planeta antiguo, y cada paso
que das no hace más que meterte en su historia. A pesar de ser una historia que te pone al
mando de fuerzas poderosas, la moralidad no es sencilla, ni siquiera en una historia que
involucra a ángeles y demonios. Aparte de los Grandes Males, hay poco en el camino del
bien o el mal puros; asimismo, el hecho de que tus fuerzas te sigan no las convierte
necesariamente en héroes.

Mucho por elegir

Las opciones comienzan con la creación del personaje. Como en cualquier CRPG
isométrico
(Computer Rol Playing Game isométrico), eliges tus clases, raza, habilidades, etc. Aunque no he jugado a Kingmaker, no he visto opciones tan amplias como las de Pathfinder: Wrath of the Righteous en ningún otro juego. Crear a mi personaje me llevó más de una hora. A no ser que sepas lo que
quieres hacer, podrías pasar mucho tiempo recorriendo las posibilidades y aprendiendo
cómo funciona cada una. La gran cantidad de opciones prácticamente pide que se juegue
varias veces.

Eso es sólo el principio de la toma de decisiones en Pathfinder: Wrath of the Righteous, y
tus elecciones cobran sentido de inmediato. Al principio, debes elegir entre dos personajes
que se unirán a tu grupo durante el resto del juego. Con el otro podrás volver a encontrarte,
aunque quizás no en términos amistosos. En las conversaciones, con frecuencia tienes
hasta siete u ocho respuestas de diálogo para elegir, que a veces alteran drásticamente tu
situación. Independientemente de tus elecciones, sigues luchando contra los mismos jefes,
pero hay muchos caminos para llegar a ese destino. Cómo el juegos se ciñe a la alineación
tradicional de los personajes de D&D, se siente tal vez demasiado obvio que algunas
opciones de diálogo vienen con una etiqueta de Bueno, Caótico, Neutral, etc; pero
funcionan si estas etiquetas son útiles si estás tratando de construir tu personaje de una
manera específica. Aunque el juego te recuerda constantemente que no hay decisiones
“erróneas”, a veces me decepcioné al enfrentarme a cierto personaje como consecuencia
de mis propios actos.

Pathfinder: Wrath Of The Righteous

Progresión no lineal

La estructura de las misiones (directamente ligada a la narrativa) resulta completa pero
natural. Aunque tienes un diario en el que se recogen montones de misiones, no hay una
marcador brillante que señale tu objetivo principal, lo que te deja a ti la tarea de deambular
hasta llegar a él a tu ritmo y a tu manera. Algunas misiones importantes tienen una
descripción vaga, como “construye tus fuerzas”, dejándote que descubras cómo hacerlo. A
veces, la historia te llega en forma de acontecimientos aparentemente aleatorios que
aparecen mientras atraviesas el mapa del mundo. Así, la progresión no se siente como si
estuvieras tachando una enorme lista de tareas
. Podría perderme otras cien horas
intentando ver y hacer todo en Pathfinder: Wrath of the Righteous.

Gameplay, también con opciones

Los controles se pueden personalizar, de modo que puedes mover a tu personaje con el
pulgar o cambiar a una vista de cursor y mover el cursor para apuntar y hacer clic en tu
movimiento a diferentes lugares. Cada una de ellas tiene sus ventajas e inconvenientes y
puedes cambiar libremente entre ellas. Lo mismo ocurre con el combate, que también
supone una curva de aprendizaje considerable que hay que entender. Puedes elegir jugar
por turnos para que los personajes más rápidos actúen primero con puntos de acción
limitados para moverse y realizar un ataque o hazaña. O puedes jugar en tiempo real con la
mayoría de los ataques realizados automáticamente. Una vez más, cada uno tiene sus
ventajas: con el estilo por turnos puedes elegir habilidades o hechizos que te ayuden a
ganar ventaja en la batalla, pero es mucho más lento. En cambio, en tiempo real la batalla
es mucho más rápida, pero tienes que confiar en la IA para elegir los movimientos
correctos, lo que puede ser arriesgado en las grandes batallas. Lo bueno es que puedes
hacer una pausa para acumular acciones o incluso cambiar de control sobre la marcha,
incluso durante la batalla, lo cual es un buen detalle. Si bien por momentos el gameplay es
intuitivo, honestamente si tuve que buscar guías para poder comprenderlo de forma general;
eso por ser un jugador novato, para un veterano no habrá problema alguno.

Hay mucho botín y lugares que descubrir y no querrás limitarte a recogerlo todo, ya que
puedes agobiarte fácilmente. Hay muchos personajes interesantes que puedes añadir a tu
grupo, cada uno con personalidades y habilidades muy diferentes. Como en muchos juegos
de estilo D&D, la selección del grupo puede ser clave para tener ventaja en las batallas
difíciles
, así que es divertido mezclar las cosas y ver cuál es tu mejor grupo.

Hay una cosa que no me gustó y fueron las batallas tácticas del ejército. Llegas a un punto
del juego en el que tienes que construir ejércitos para enfrentarse a las fuerzas enemigas, y
cuando te mueves a un lugar que el enemigo ocupa, se produce una batalla de ejércitos.
Esto parece muy precipitado y carece de interés, ya que te encuentras en una cuadrícula
parecida a un tablero de ajedrez con los ejércitos en cada lado. Entonces te turnas para
intentar eliminar el ejército del otro hasta que sólo quede uno. El reclutamiento de nuevos
soldados, la fusión de ejércitos y la asignación de líderes sólo parecen hacer que estos
eventos poco interesantes sean más complejos de lo que ya son. Lo peor es que si no
resuelves esta parte no puedes avanzar en la historia principal. Por suerte, puedes
desactivar las batallas del ejército para que se desarrollen en segundo plano, pero una vez
que lo haces no puedes volver atrás, aunque no quieras hacerlo. Y ojo, aunque a mi no me
gustaron nada, estoy seguro de que habrá quien los disfrute, cosa que no se juzga.

Conclusión

Pathfinder: Wraith of the Righteous es una secuela digna, ya que está repleta de historia e interesantes argumentos. La personalización del juego es extraordinaria y permite a los usuarios adaptar la experiencia a sus propios gustos. Creo que podrían haber hecho algo más para crear un enfoque realmente sencillo para los que no están familiarizados con estos juegos, ya que algunas de las opciones pueden resultar abrumadoras y complejas. Pero hay horas de exploración, historia, botín y combates en las que este juego cumple con creces. Pero si tienes las ganas suficientes de aprender, entonces se trata de un juego que VALE LA PENA.

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