Todos recordamos con nostalgia aquellos días en los que regresábamos de la escuela, poníamos nuestro Xbox original y comenzábamos a jugar este juego. Tampoco hay duda cuando se afirma que Halo: CE roza la perfección. Pero, ¿por qué estamos tan seguros de esto? ¿Qué tuvo este magnífico juego que hace que lo recordemos tan bien, que aún queramos jugarlo?
Aquí te traemos un pequeño análisis de por qué Halo: CE es tan bueno, y a pesar de haber salido hace casi 19 años, el por qué sigue siendo tan relevante hoy en día.
Por fuera del juego
Como algunos ya sabrán, Halo: CE estaba siendo originalmente desarrollado por Bungie para el sistema operativo de Apple. Algunos nombres fueron propuestos, entre ellos el que ya conocemos, pero a algunos de los involucrados no les gustó mucho porque parecía evocar algo religioso. Pero finalmente lo aceptaron después de que dijeron que “describía muy bien a este universo y creaba una sensación de misterio”.
Por varias razones, principalmente económicas, se vieron obligados a tomar algunas decisiones. Así, en el 2000, Microsoft anunció que había comprado a Bungie y los derechos de Halo, y convirtieron así a este videojuego en un exclusivo y en el título de lanzamiento para la nueva consola de Microsoft, la Xbox.
Ninguna de las dos empresas sabía realmente si Halo iba a ser un éxito o un fracaso. Básicamente fue un salto de fe. No tenía predecesores. Pero al principio, las cosas aparentaban ir un poco mal.
Cuando hicieron oficial a la Xbox, también mostraron el control que iba a llevar esta nueva consola: el infame pero luego amado Duke. Fue muy criticado porque era enorme, tenía una forma muy bulbosa y tenía dos palancas. Otras consolas, como el Nintendo 64, tenían controles sencillos con una sola palanca, y a gente parecía querer más este tipo de mando que al nuevo Duke.
Pero entonces salió la Xbox junto con Halo: CE y el resto es historia. Este juego revolucionó el género de FPS con este nuevo control y los movimientos del personaje. Una palanca servía para moverte en un espacio tridimensional, mientras que la otra servía para poder voltear a cualquier parte a la que quisieras en ese mismo mundo 3D. Fue tan innovador este modo de movimiento que los gamers del mundo amaron por completo la jugabilidad de Halo: CE, e incluso muchos de los FPS de hoy en día siguen utilizando ese mismo tipo de movimiento para sus controles.
Otra cosa que cambió por completo a la industria de los videojuegos fue la introducción de un multijugador LAN. Aún no existía Xbox Live en esas fechas, pero sí era posible conectar varias consolas y jugar en interconexión, naciendo las famosísimas LAN parties. Cada consola tenía capacidad para hasta cuatro jugadores, y se podían interconectar más consolas, haciendo así que hubiesen partidas de muchos jugadores.
La gente se juntaba en una casa, y en un cuarto todos llevaban sus televisores, consolas y controles, sin olvidar las botanas y los refrescos, y se la pasaban horas y horas jugando. Yo, en lo personal, nunca pude formar parte de una de estas parties, pero veo videos de reuniones así y no tengo la menor duda que la gente que sale ahí estaba pasando por uno de los mejores momentos de sus vidas.
Habiendo tocado los temas externos a Halo: CE, comencemos con el juego en sí.
El soundtrack
Martin O’Donnell, compositor del soundtrack original de Halo: CE (y que luego regresaría para muchas de las siguientes entregas) hizo una obra maestra con esta banda sonora. Logró expresar perfectamente lo que veíamos en pantalla y nuestros sentimientos como espectadores y los de los personajes en el juego.
Esta canción, el tema principal en específico, le da ese toque de misterio al juego. Los cantos gregorianos agregan ese toque de antigüedad y gigantez, porque como ya sabrán, el anillo es una estructura colosal y construida hace miles de años.
Cada misión tiene sus propias canciones y representa bien lo que estamos presenciando. Cuando desciendes en picada a la superficie del anillo, cuando estás completamente solo en el anillo rodeado de enemigos y sin apoyo de tus compañeros, cuando te enfrentas por primera vez al Flood, cuando abordas la nave del Covenant… cada canción de la banda sonora queda a la perfección con cada uno de los eventos del juego en la que sale.
El soundtrack ayuda a crear una atmósfera de misterio, acción, desolación, esperanza, tristeza… cada uno en su propio momento y de manera magistral.
Pero hay otra cosa que también tenemos que mencionar: hay momentos del juego que son importantes y que aún así no hay soundtrack alguno de fondo. ¿Por qué esto es también parte importante de la banda sonora? Porque hay que saber bien cuándo va algo y cuándo no. Los compositores y los desarrolladores sabían a la perfección cuándo tenían que poner una canción y cuál, y al mismo tiempo sabían cuándo no debían de poner nada.
Esto genera eso que mencioné anteriormente, una desolación increíble. Estás varado, junto con algunos otros soldados, en la superficie de un mundo anillo alienígena. Una secta de alienígenas los persigue a ustedes para exterminarlos por meras creencias religiosas, y tienen que coordinarse para hacer una resistencia efectiva.
Para ello, te mandan a misiones por toda la superficie del anillo para pelear y salvar aliados, y hay momentos en los que estás completamente solo. Ahí, en el anillo, a muchos años luz de cualquier mundo humano conocido, sin posibilidades de rescate. Ese silencio que a veces hay en el juego hace que te sientas en las botas del Jefe Maestro.
Son tantas las cosas que hacen que Halo: CE sea tan bueno que no caben en una sola nota. Por lo tanto, mantente al tanto de la página porque próximamente estará disponible la siguiente parte de este análisis del juego. En la siguiente nota, nos enfocaremos más en el balance del juego, el diseño de mapas y la campaña principal.
Si quieres saber más acerca del universo de Halo, quizá te pueda interesar saber el origen del Flood o qué sucedió entre los eventos de Halo: CE y Halo 2. No olvides checar nuestro canal de YouTube y que ser cool, #EsDeGamers.