Cambios importantes le ha dado Bungie a Destiny 2. En primer lugar, la secuela recibirá un renombre, pasando a llamarse Destiny 2: New Light. Con ello, el juego pasa a ser completamente gratis excepto por el modo historia (similar a Fortnite con su modo Save the World el cual es de pago).
Además, el día de hoy se lanzó el DLC Bastión de Sombras, y la versión para PC abandona el launcher de Battle.Net para pasarse a Steam.
En este nuevo ¿reworking? ¿rebranding? de Destiny, vienen incluidos gratis los contenidos La Guerra Roja, La Maldición de Osiris, El Estratega, todos los Ocasos del Año 1 , todas las raids del año 1, los modos Gambito y Gambito Supremo, Las Forjas de la Armería Negra , La Casa de las Fieras, y un montón más de contenido.
Evidentemente, eso está dándole un segundo aire al juego inusitado. Hordas de jugadores están consiguiendo su Destiny 2 preparándose para volver al juego, o darle su primera oportunidad.
El detalle es que los servidores están saturados, y las colas para jugar son monumentales.
La gran mayoría de los streamers de Twitch que tenían la intención de jugar este juego se están topando con una lista de espera más tortuosa que la cadena para pasar al antro.
Por su parte, la cuenta oficial de Bungie en Twitter ha actualizado constantemente desde hace tres horas el estado de los servidores, entre ellos, que tuvieron que desactivarlos por un mantenimiento de emergencia. Aparentemente, hasta recién unos minutos al momento de escribir la nota volvieron a la normalidad los servidores.
Eso es romper un juego a otro nivel. ¿Qué opinan, gamers? ¿Ustedes cuánto tiempo esperaron? Y porque los queremos: un meme.
