Les doy la bienvenida a otra entrega más de ¿Vale la pena?, este espacio donde probamos juegos y nos preguntamos, ¿Vale la pena?
En esta oportunidad, me permitiré reseñar un juego con una de esas premisas que haría que cualquiera de nosotros se dé una sonora palmada en la frente y diga en voz alta ¿Cómo no se me ocurrió a mí?: enanos espaciales haciendo minería.
Aye ho, aye ho
Con un concepto así de sencillo se presenta este FPS cooperativo creado por Ghost Ship. En Deep Rock Galactic, tu misión es recolectar minerales. Y ya.
Bueno, omitiendo el pequeño detalle de que en más de una ocasión te verás inundado hasta el copete de hordas y hordas de aliens que quieren ver tu linda cabecita de enano desprendida del resto del cuerpo, probablemente por puro deporte.
Como enano minero de combate (nunca esperé redactar esa frase… amo este trabajo), puedes pertenecer a cuatro clases, cada una con habilidades especiales: los artilleros, que tienen un bello Gatlin para controlar la situación y proteger al resto del equipo; los exploradores, ligeros y hábiles para iluminar el camino de manera amplia; los ingenieros, que básicamente son Torbjorn de Overwatch (enanos con torretas) con la habilidad de crear plataformas; y los excavadores, que pueden pasar a través de paredes y otros obstáculos con relativa facilidad valiéndose de sus poderosos taladros.
Minecraft para hombres
Tal cual lo dice el subtítulo. Y hombres peludos. Y algo chaparritos.
Su jugabilidad es decente, aunque pareciera que activar determinada arma o pico tiene un delay que hace que no parezca tan intuitivo.
El mapa es completamente destruible. Podrías cavar con tu pico hasta el fin de la eternidad, aunque eso quita demasiado tiempo, por lo que lo recomendable es seguir la hilera de túneles y solo minar lo suficiente (tierra blanda para pasar a otra sección, o materiales preciosos que puedes depositar en un robot carguero).
Por supuesto que, al ser un shooter, este juego es más mine que craft. Esto es, no puedes fabricar cosas y hacerte una casita en los túneles.
Lo que sí puedes hacer es personalizar a tu enano de una variedad amplia, e incluso el pico, tanto el mango como ambos extremos de tu herramienta.
Siempre hay algo que hacer, ya sea en las misiones como tal, como en el hub donde, además de seleccionar la misión y personalizar y cambiar la clase de enano, puedes bailar en la rockola, tomarte un trago y patear barriles (créeme, esa parte es más divertida de como suena). Lo mejor es que todo es con moneda del juego.
Las misiones se pueden llevar a cabo en solitario o en conjunto con otros jugadores, y, a pesar de que hay fuego amigo, el daño no es tanto y el tiempo para revivir a un aliado es bastante breve.
Gráficos
Visualmente, Deep Rock Galactic no es un plus ultra. Escenarios poligonales, modelos simples, sobre todo en los enemigos y no mucho detalle en las texturas.
Lo que sí hay es un papel muy relevante en los claroscuros. La luz, si no lo es todo, es muy importante, sobre todo cuando te encuentras unos cuantos miles de metros bajo tierra.
De alguna manera extraña, este dominio de luces y sombras hace visualmente más atractivo el juego que uno que estuviese atascado de texturas. Funciona, y funciona de una manera exquisita.
A pesar de que las misiones se llevan a cabo en cuevas, puede haber espacios bastante abiertos, aunque igual de oscuros. Y por cierto, los mapas varían de misión en misión. Cuevas heladas, rocas eléctricas y corteza terrestre de todos los colores es lo que hay. Ningún mapa se siente como el mismo, por más cosas que tengan en común.
Sonido
El apartado de sonido brilla por luz propia. En lo musical, demuestra que menos es más. Te acompaña una melodía synthwave minimalista pero oscura, muy a tono con el ambiente que te rodea.
Las voces de los enanos capturan la esencia de lo que esperarías de un personaje así: acentos duros casi escoceses con un ligero toque de irritación en su timbre. El entorno mismo, además de la oscuridad y lo repentino de la aparición de tus enemigos, te avisa mediante sonidos que estás a punto de entrar a un mundo de dolor.
Cada sonido es diferente y cada uno indica algo distinto.
En conclusión, estamos ante un juego bastante bueno, una joya oculta de Steam que, con un poco de minería, puede salir a la luz y reflejar su magnificiencia.
¿Es un juego perfecto? No. Los aliens necesitan más variedad en su apariencia, y ciertas misiones también necesitan ampliar sus diferencias. Pero es un juego que definitivamente merece más vistazos de los que tiene. Es una buena experiencia.
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